Tonada por despedida / Juan Antonio Sánchez

Para Esteban Espinoza el primer acercamiento a esta pieza se genera a partir de la técnica compositiva, de un tejido polifónico de melodía acompañada desde donde descubre en su esencia una música con raíz folclórica, de »un folclor que está vivo» y que dice relación con una mirada abierta hacia la improvisación y la variación que, a gusto del propio compositor, puede otorgar a cada interpretación de la pieza una única versión que se va construyendo y moviendo in situ  desde un amplio bagaje del folclor. Por lo tanto, es sobre este campo de libertades intuitivas que Espinoza genera un lenguaje idiosincrático, a partir de su meticulosidad con esta melodía acompañada que previamente se detiene bien en conocer, desde sus alzares y momentos de tensión y reposo. Reconoce en ella además un motivo potencial breve y muy cantabile que se va trasladando a lo largo de toda la pieza por distintas tonalidades y giros armónicos que desarrolla, y que le permiten dar un carácter distinto en cada oportunidad de acuerdo a las necesidades de la melodía.

De formación académica, búsqueda y perfeccionamiento en la fusión latinoamericana y de espíritu folclórico-popular, su visión musical, interpretativa y creadora, navega las aguas de la libertad sonora, y ello se refleja en la cualidad de su obra musical solista y para agrupaciones instrumentales, bien pensadas, pero con espacio para la improvisación y para dejarlas volar, concierto tras concierto.

Estimulado, nutrido e inspirado por el folclor, trova y nueva canción chilena, argentina y cubana, temprano demostró habilidad mecánica y mental para la música.

Fue conducido en la guitarra por el maestro Óscar Ohlsen en el Conservatorio de la Universidad de Chile, continuó luego su crecimiento con Leo Maslíah y Egberto Gismonti, y finalmente, en la interacción musical con los nietos directos de la herencia Parra y demás connotados exponentes locales de la fusión y el jazz (Manns, González, Matthey, Morris, Restucci, Ancarola, García entre otros muchos) cimenta su estilo y lenguaje hoy reconocidos, respetados y premiados con dos Altazor.

Sus discos, colaboraciones y agrupaciones musicales son y serán influencia para las y los nuevas/os músicos del país y Sudamérica, tanto así, que su repertorio para guitarra es requerido e incluído cada vez más en el ámbito docto gracias a la interpretación del laureado guitarrista nacional Esteban Espinoza, quien ejecuta la obra del querido Chicoria, con asiduidad.