“En esta pieza es innegable la figura del compositor, al contrario de alguien como Joaquín Rodrigo por ejemplo, a quien se le puede asociar a otros o, cualquier instrumento, acá la primera idea para adentrarse en esta música, es pensar y considerar todo lo inherente a Acevedo” dice Esteban Espinoza, quien plantea que la manera de tocar esta tonada estará ligada a la manera del autor porque éste, era un muy hábil y virtuoso intérprete de la guitarra, adicionalmente a la consideración de ser algo así como un pionero de la música para guitarra sola en el país, antes que él, no se hizo música de raíz folclórica para concierto para guitarra solista por lo que ese sello, es algo que valora a la hora de proponer su interpretación. La capacidad del compositor para arreglar con buen gusto música popular tradicional y, para crear la suya propia, exige del intérprete especial atención, un gran contrapunto de voces, el desarrollo rítmico del toque de mano derecha propio del folclor, mucha imaginación para adornar la armonía con recursos guitarrísticos veloces y vertiginosos son algunos de los factores a tener en cuenta en la mayoría de la obra del autor. Así te siento, tonada, hace una caracterización del género desde los recursos guitarrísticos y allí trato de otorgarle ese sonido, no excesivamente pulcro, porque no lo necesita, si no, que perdure el aroma propio de lo espontáneo, dice Espinoza, que se esmera en preservar el lenguaje del cual proviene y se nutre la obra de Acevedo.
Nacido en Valparaíso e iniciado en la guitarra a los 12 años, dio sus primeras actuaciones en audiciones radiales del puerto y, debutó en grande al integrar la versión inicial de Fiesta Linda, conjunto formado en Valparaíso en 1953 por el compositor Luis Bahamonde Alvear, la cantante Carmen Ruiz y los guitarristas Pepe Fuentes y el propio Acevedo.
La pulcritud y precisión en el estilo ya mostrados en el conjunto fueron rasgos que el músico hizo extensivos a su trabajo como solista manifestados en la selección de obras del disco Así te siento, tonada. Caratulado «Solos de guitarra», el LP contiene la tonada de igual título, original del guitarrista, junto a piezas de Osmán Pérez Freire, Fernando Lecaros, Carlos Ulloa Díaz y María Núñez y las tradicionales «Río río», «Yo vendo unos ojos negros», «Aire de cueca» y «La refalosa», todas en arreglos de Acevedo.
Activo también en los escenarios, en 1963 el guitarrista fue parte de la muestra «Imagen de Chile», elenco viajero y multidisciplinario que dirigió Eugenio Dittborn y que emprendió ese año una gira con destino a EE.UU. para mostrar el trabajo de una delegación de artistas chilenos integrada por gente como Carmen Barros, Los Huasos Quincheros, Silvia Urbina, Los De Ramón, la actriz Elena Moreno y David León del viñamarino Dúo León-Ríos, entre otros. En paralelo Acevedo creó una academia de guitarra en la que se dedicó a impartir sus conocimientos a nuevos instrumentistas.
Fallece en enero de 2014 a los 81 años, sin que el músico alcance a grabar todas sus creaciones. Obras de títulos como «Tonada concierto», «Ruta al norte» y «Avispas» permanecen aún inéditas.
Inicia sus estudios musicales en el Conservatorio Municipal de Viña del mar, con los profesores de guitarra Liliana Pérez Corey (1983) y Guillermo Nur (1984). En 1985 toma clases particulares con Oscar Ohlsen, para luego ingresar al Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile donde se tituló como Intérprete Musical mención Guitarra en 1991.
Ya en 1985, realiza en Viña del Mar un concierto a dúo con el guitarrista y compositor chileno Ricardo Acevedo (de ahí nacerá una amistad hasta el presente), y en 1987 ofrece su primer recital solista.
En 1994, realizó el recital denominado Homenaje al Arte de Ricardo Acevedo, en el cual interpretó los dos LP grabados por éste en los sesenta, contando con la presencia del autor y un atónito público ante tamaña demostración musical.
En 1997, realiza en Nice Francia una serie de 4 recitales, seminario y entrevista en televisión, en canal Journal 3. Es muy digno de mención el recital dado en la iglesia Luterana de Nice, el cual, según Rioseco, ha sido uno de los momentos más memorables de su carrera.
Entre los recitales más destacados de los últimos años figuran: «Transcripciones Sinfónicas para Guitarra Sola”, «Cuadros de una Exposición» de M. Mussorgsky, Suite “El Pájaro de Fuego» de I. Stravinsky, «From the New World» Sinfonía N°9 de A. Dvorak, éstas, las tres más importantes transcripciones para guitarra del siglo XX, hechas por K. Yamashita, y nunca antes interpretadas en Chile.