La reflexión sobre la ejecución de esta pieza y el cómo abordarla está mediada por su contexto histórico cultural, un nacionalismo español que condiciona formas de tocar, formas de bailar, por lo tanto el enfoque interpretativo se conecta con esta pieza por medio de la imágen cultural que hay detrás de la misma. Para Espinoza Sevilla proviene, a modo de evocación, justamente de la esencia folclórica española de las sevillanas, y que en este caso se divide en dos grandes secciones seguidas de una tercera que cierra a modo de recapitulación, como una gran forma canción. El momento que transforma esta pieza en una ‘‘evocación de sevillana’’ y no en una sevillana propiamente tal, es la sección central en donde aparecen otros ritmos más lentos, una especie de tango español que Espinoza reconoce más cercano a las Habaneras, con un andar mucho más pausado y que invita a jugar con el uso de recursos estéticos y modelos de otras músicas, como el cante jondo, sin perder el trasfondo de sevillana.
Considerado uno de los autores más relevantes del romanticismo español, prodigio de infancia y en constante movimiento en su adultez, sus estadías en variadas ciudades nutrieron su imaginación musical, profusa en obras evocadoras.
En edad temprana estudió piano y teoría en el Real Conservatorio de Madrid, base que le permitió crecer rápidamente e instalarse en los circuitos de conciertos por toda España y en Puerto Rico y Cuba; sumó también, estadía en el Conservatoire Royal de Bruselas para perfeccionar su ejecución pianística con Louis Brassin. Consecutivamente, se instala en Barcelona para estudiar composición con Felipe Pedrell de quien además, obtiene el impulso para adentrarse en la música popular española y usarla para desarrollar lenguaje y sonoridad, desde este momento, el joven Isaac irá plasmando en su obra pianística el estilo por el que será reconocido en toda Europa.
De buen semblante y amable carácter, pronto creó contactos que en etapa adulta le permitirán estrenar su obra y establecer residencia en las principales ciudades europeas; en Londres se inclina por el teatro musical y escribe algunas operetas, posteriormente se radica en París en donde conoce a Chausson, Bordes, Fauré, estudia orquestación con Paul Dukas y contrapunto con Vincent d’Indy, pero es con Francis Money-Coutts con quien establece su mayor lazo, ambos dedicaron esfuerzo a la creación de libretos y música para obras de género operático pero sin obtener el reconocimiento que el propio Albéniz si obtendrá por su obra nacionalista presentada en las suites de carácter español, Iberia, Cantos de España, Suite Española, La Alhambra, entre otras.
Albéniz, fallecido en Francia, definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una gran influencia en otros compositores nacionalistas posteriores como Turina o de Falla. Recibió post mortem de manos del gobierno francés, la Cruz de la Legión de Honor, por su aporte a la música.
Nacido en San Felipe, es considerado uno de los brillantes intérpretes de su generación. Realizó sus primeros estudios con la intérprete Srta. Claudia Morán, y luego cursa interpretación superior bajo la tutela del profesor Sr. Guillermo Nur, en el Conservatorio e Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, respectivamente. Posteriormente obtiene el grado de Master en la Universidad Mozarteum en Salzburgo (Austria) de la mano de Eliot Fisk y Ricardo Gallén, con distinción Summa Cum Laude.
Obtuvo el 1er premio en el Concurso Internacional de Guitarra Andrés Segovia (España, 2010) y el Concurso de Interpretación Dr. Luis Sigall (Chile, 2012) y con dicha calidad y solidez técnica y musical, ha deleitado a audiencias de Europa y América.
Ha fundado el Dúo Duarte-Salazar con la intérprete portuguesa Srta. Mariana Duarte. Su primera grabación se titula Danzas de Fuego (2015).
Emerson se presenta regularmente como solista en giras de concierto y en apariciones con orquestas sinfónicas, en las que se incluyen Sinfonietta Beer Sheva (Israel), Munich International Orchestra (Alemania) y en diversas orquestas juveniles de Chile, así como la Orquesta Nacional Juvenil, pertenecientes a FOJI.